Las Enmiendas: Una Solución para Reducir el Cadmio en los Cultivos de Cacao

“En la actualidad el cacao se produce en alrededor de 560.000 hectáreas y constituye el tercer rubro de importancia agrícola para el país, después del banano y las flores.”

El Ecuador durante el año 2018 logró exportar 315 mil toneladas de cacao en grano, lo que produjo 663 millones de dólares de divisas. Estas cifras han dado lugar a que se llegue a ocupar el tercer lugar como país productor de cacao en el mundo, después de Costa de Marfil y Ghana. Lo singular en este contexto es que el cacao que se produce ha logrado mantener su cuota de exportación de cacao fino y de aroma en 75 por ciento, lo cual confirma una vez más al país su liderazgo como productor de cacaos finos para el mundo, el que es utilizado en la fabricación de chocolates de alta calidad y de tipo “gourmet”.

En la actualidad el cacao se produce en alrededor de 560.000 hectáreas y constituye el tercer rubro de importancia agrícola para el país, después del banano y las flores. Genera empleo a más de 150.000 familias de medianos y pequeños productores y a otras 20.000 familias en el resto de la cadena de valor, influyendo  directamente sobre unas 600.000 personas. En consecuencia, este cultivo tiene un valor socioeconómico muy significativo para el país.

Por otra parte, hay que tener presente que a partir del 1 de enero del 2019 la Unión Europea puso en vigencia la nueva reglamentación preparada por la Comisión No. 488/2014, con la que se regula los contenidos máximos de cadmio en cacao y chocolate, con el fin de proteger la salud pública. Los límites fijados por esta normativa son: Chocolate con leche con un contenido de materia seca de cacao menor a 30 % es de 0,10mg/kg, menor de 50 % es de 0,30 mg/kg y mayor o igual de 50 % tiene un límite máximo de 0,80 mg/ kg. Mientras que, para cacao en polvo vendido al consumidor final es de 0,60 mg/ kg. En consecuencia, se hace necesario que los productores y exportadores de cacao conozcan estas regulaciones, puesto que la venta de cacao proveniente de lugares contaminados, podrían poner en riesgo la adquisición de este producto. Por lo tanto, se debe ofrecer cacaos que estén dentro de los límites permitidos y de esta manera evitarse problemas de comercialización por este motivo.

Se considera que las fuentes de contaminación de cadmio pueden provenir de forma natural, mediante las erupciones volcánicas, la mineralización del material parental o inducidas por el hombre (antropogénicas), donde sobresale las explotaciones de minas, quemas de basuras urbanas, uso de lodos urbanos en la agricultura, agroquímicos, gases provenientes de las industrias, quema de combustibles fósiles, entre estos el carbón, contaminación por derivados del petróleo al secar el cacao en carreteras, uso de fertilizantes fosforados, etc.

En un estudio realizado en varias zonas productoras de cacao en el Ecuador, por INIAP en 1994, se encontraron por primera vez problemas de contaminación por cadmio en el suelo y almendras de este cultivo en fincas de Santa Rosa en la Provincia de El Oro y Naranjal, en el Guayas. Posteriormente, el mismo Instituto y Promsa en el 2003 ratificó áreas contaminadas en varios lugares donde se producía cacao en la provincia de El Oro, Guayas, Los Ríos, Zamora Chinchipe, Francisco de Orellana, Esmeraldas y parte tropical de Pichincha. Además, se indicó como principales posibles fuentes de contaminación, la quema de fundas plásticas usadas en la agricultura, cercanía a las carreteras y uso de aguas provenientes de minas de oro al sur del país.

En el año 2008, con el apoyo de GTZ, CORPEI y ANECACAO, el INIAP inició un trabajo para definir las áreas cacaoteras contaminadas por Cd en el Ecuador. Con dichos resultados se elaboró el primer mapa digital. De esta manera, en el 2009 se reportó la presencia de Cd, en suelos cacaoteros de las provincias de: El Oro, Guayas, Zamora Chinchipe, Santa Elena y Manabí valores que variaron de 1,24 ppm a 2,37 ppm, los cuales son considerados tóxicos. También, se encontró valores de 1,49 ppm a 4,08 ppm en almendras de cacao de las mismas provincias, los cuales están por encima de los valores permisibles en este cultivo.

Con las consideraciones anteriores, el INIAP durante los años 2012 al 2014 tomó la iniciativa de realizar una investigación aplicada, para precisar las áreas con problemas de acumulación de cadmio y definir medidas de prevención y remediación de suelos contaminados por este metal pesado. Se probaron ocho enmiendas (humus, sulfato de calcio, carbonato de calcio, dolomita, cachaza, vinaza. Carbón vegetal y sulfato de zinc)  en las dosis de una y dos toneladas por hectárea, en las provincias de El Oro, Manabí y Península de Santa Elena. Se logró una reducción de hasta del 59 % del cadmio disponible en el suelo, lo cual influyó en una menor absorción del Cd por parte de las plantas. Para la localidad de El Oro, la dolomita y la vinaza disminuyeron en 48 y 45 % las concentraciones de cadmio en las almendras.

Se hace necesario regular la concentración de Cd en las almendras por debajo de los límites permisibles. Para logar esto el manejo de nutrientes es muy útil para desarrollar la tolerancia de las plantas a la toxicidad del Cd. Un productor debería diagnosticar estado de Cd en la finca, de tener problemas de contaminación usar enmiendas cálcicas y orgánicas y agregar Ca, Mg, Zn, Mn, Fe, S, Si, que compitan con el Cd. Para plantaciones de cacao ubicadas en áreas salinas se deben alternar las fuentes de potasio con fuentes que no contengan cloro. Se deben observar adecuadas medidas postcosecha que incluyan la remoción de los lixiviados del cacao.

También, hay que tener presente que manejando una adecuada nutrición de los cultivos se consigue aumentar la biomasa vegetal, con lo que se disminuye la concentración de Cd en los tejidos por efecto de dilución. Algunos nutrientes, como Ca, Fe, Mn y Zn, compiten con el Cd y ayudan a secuestrar Cd en la parte vegetativa evitando su acumulación en las almendras. Se ha encontrado beneficios del S y Si al disminuir el Cd en el suelo y los tejidos vegetales. También, el uso de fertilizantes fosforados debe ser minimizado y en lo posible estar libres de cadmio.

Finalmente, se requiere más investigación para una mejor comprensión de las interacciones entre el Cd y los nutrientes en los sistemas suelo-planta-aire.

Fuente: Ing. Francisco Mite Vivar MSC Especialista en manejo de suelo, Nutrición de Plantas, Master en Suelo – Agrotecnia edición 50 Años

¡Cotiza con nosotros!

¿Quieres que te contactemos por WhatsApp?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?

¿Cotizar otro producto?